miércoles, 18 de diciembre de 2013

CUENTOS DE NAVIDAD (Y UN POEMA)



Cronopio también deja su colaboración en este especial navideño. Un poema muy especial:


No es luz sino promesa


Cómo ha cambiado el mundo
al tiempo de lo ido
cómo el viento se ha llevado
la ternura del primer juguete escondido
y el suave candor de los regazos
que con tanta ilusión abrazaban
muñecos de trapo hoy en pedazos

Cómo han mutado a derrotas
las alegrías diminutas
que inconfesables escribíamos
sobre el cristal de los escaparates
ahora cerrados tras la escarcha del olvido

Dónde puedo ir a buscar la infancia
si no es a tu mirada
en aquellas tardes irisadas
cuando te pintábamos el rostro
con un manto azul de sencillas palabras

En nuestras manos eras tan pequeño
ornado de corazones torcidos y sinceros
cuando los ángeles tenían
más forma de ratón que de paloma
y con los labios llenos de inocencia
nos asomábamos al balcón de la dulzura
para inventarnos un mundo de barro
donde todo estaba a nuestra altura

Sólo entonces tuvimos el privilegio
de mirarte con los ojos del alma
sólo entonces amarramos una túnica de esperanza
y encendimos la luz del alba

Qué alegría cuando nos impulsaban a girar
nuestros vestidos nuevos
y aquellos zapatitos brillaban
tanto como dos luceros

Desde el cielo un gorrión abarcaba
con sus pequeñas alas las ciudades
y un hombre con los brazos extendidos 
podía llegar a todas partes


La distancia era felicidad o desdicha
 se derramaba la espuma por el hijo bienvenido
o por el adiós del abuelo querido
y el pastel sabía igual que el dulce manjar de un beso
sobre la frente de un chiquillo dormido

Las estrellas de plata eran tantas
que el amor no podía estar a oscuras
y se prodigaba hasta los ojos encendidos
en dádivas y deseos todo el año esperados  

Entonces se veía a los mendigos
y se abrazaba con la fuerza de la piel
a los contados vecinos y amigos

Fueron días en que los lápices desdibujaban
el rostro amargo de las cosas
y del ladrón del tiempo
aún no sabíamos nada

Ahora deambulamos entre un millón de fluorescentes
buscando la pequeña vela que nos alumbre

Ahora en las estaciones nos sentamos
mudos y cansados intentando en vano
que los trenes que nos han de llevar se retrasen
 olvidando que nos llamaste a la puerta
y aún aguardas que te abramos
el umbral de nuestros leves sueños

Pero todos de algún modo esperamos
 en el último instante cuando nada seamos
de nuevo como entonces
tenerte entre las manos

En el callejón las figuras oscuras acuden al fuego
 una mujer destapa la cara de un niño
y ya no es imposible una sonrisa
sobre la noche aunque no es luz sino promesa
hace camino una estrella nueva


Cronopio

9 comentarios:

  1. Cronopio, qué manera más bonita de contar la Navidad con la ternura y el candor de cuando éramos niños, y en ese vagar de tiempos hasta llegar a lo que somos hoy, cuánta nostalgia hay. Queda la esperanza, sin embargo. Hay Navidad.

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  2. Precioso poema de nostalgia y melancolía. Quizá nosotros no seamos los mismos, pero sigue habiendo promesas en la luz y fe en la palabra de los poetas. Que disfrutes de unas fiestas entrañables.

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  3. Precioso poema, Cronopio. Pero vamos a sacudir la nostalgia de años pasados, de gentes perdidas, de la fe olvidada y buscar abrazos que abriguen el alma, en las gentes nuevas, en palabras preñadas de buenos deseos. Agarrarse a la vida con la fuerza de la amistad y el cariño de los que nos rodean. Feliz Navidad.

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  4. Un poema tan encantador como triste. Mi alma quedó apenada por tu buen hacer a la hora transmitir. Enhorabuena.
    ¡Feliz Navidad!

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  5. ¿Nostalgia, de lo que pudo ser y no fue, o de lo que fue y nunca volverá a serlo? Triste y lánguido poema. ¿Feliz Navidad o todo lo contrario?

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  6. Anónimo, esta forma tuya de escribir me suena, no sé, creo que nos conocemos. Envalentona mucho el anonimato.

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  7. Lucero del Alba: por mucho que he buscado en este blog no he conseguido encontar por ningún sitio tu verdadera identidad, así que me parece que ambos/as somos igual de anónimos/as. Será que también somos igual de valientes (¡zas, en toda la boca!)

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  8. ¡Por Dios! Qué agresivo-a. Menos mal que no me ha llegado nada. Lo siento, pero no tienes poderes.

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    1. ¡Jopelines! Entonces, ¿lo de mantener la erección durante dos minutos no se considera un poder? ¡Mierda! ¡Con lo ilusionado que yo estaba! (...acabo de descubrir mi verdadero sexo, ¿o no?)

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