Cronopio también deja su colaboración en este especial navideño. Un poema muy especial:
No es luz sino promesa
Cómo ha
cambiado el mundo
al
tiempo de lo ido
cómo el
viento se ha llevado
la
ternura del primer juguete escondido
y el suave
candor de los regazos
que con
tanta ilusión abrazaban
muñecos
de trapo hoy en pedazos
Cómo
han mutado a derrotas
las
alegrías diminutas
que
inconfesables escribíamos
sobre
el cristal de los escaparates
ahora cerrados
tras la escarcha del olvido
Dónde
puedo ir a buscar la infancia
si no
es a tu mirada
en
aquellas tardes irisadas
cuando te
pintábamos el rostro
con un
manto azul de sencillas palabras
En
nuestras manos eras tan pequeño
ornado
de corazones torcidos y sinceros
cuando
los ángeles tenían
más
forma de ratón que de paloma
y con los
labios llenos de inocencia
nos
asomábamos al balcón de la dulzura
para
inventarnos un mundo de barro
donde
todo estaba a nuestra altura
Sólo
entonces tuvimos el privilegio
de
mirarte con los ojos del alma
sólo
entonces amarramos una túnica de esperanza
y encendimos
la luz del alba
Qué
alegría cuando nos impulsaban a girar
nuestros
vestidos nuevos
y
aquellos zapatitos brillaban
tanto
como dos luceros
Desde
el cielo un gorrión abarcaba
con sus
pequeñas alas las ciudades
y un
hombre con los brazos extendidos
podía llegar
a todas partes
La
distancia era felicidad o desdicha
se derramaba la espuma por el hijo bienvenido
o por el
adiós del abuelo querido
y el
pastel sabía igual que el dulce manjar de un beso
sobre
la frente de un chiquillo dormido
Las
estrellas de plata eran tantas
que el
amor no podía estar a oscuras
y se
prodigaba hasta los ojos encendidos
en
dádivas y deseos todo el año esperados
Entonces
se veía a los mendigos
y se
abrazaba con la fuerza de la piel
a los contados
vecinos y amigos
Fueron
días en que los lápices desdibujaban
el
rostro amargo de las cosas
y del
ladrón del tiempo
aún no
sabíamos nada
Ahora
deambulamos entre un millón de fluorescentes
buscando
la pequeña vela que nos alumbre
Ahora
en las estaciones nos sentamos
mudos y
cansados intentando en vano
que los
trenes que nos han de llevar se retrasen
olvidando que nos llamaste a la puerta
y aún aguardas
que te abramos
el
umbral de nuestros leves sueños
Pero todos
de algún modo esperamos
en el último instante cuando nada seamos
de
nuevo como entonces
tenerte
entre las manos
En el
callejón las figuras oscuras acuden al fuego
una mujer destapa la cara de un niño
y ya no
es imposible una sonrisa
sobre
la noche aunque no es luz sino promesa
hace
camino una estrella nueva
Cronopio
Cronopio, qué manera más bonita de contar la Navidad con la ternura y el candor de cuando éramos niños, y en ese vagar de tiempos hasta llegar a lo que somos hoy, cuánta nostalgia hay. Queda la esperanza, sin embargo. Hay Navidad.
ResponderEliminarPrecioso poema de nostalgia y melancolía. Quizá nosotros no seamos los mismos, pero sigue habiendo promesas en la luz y fe en la palabra de los poetas. Que disfrutes de unas fiestas entrañables.
ResponderEliminarPrecioso poema, Cronopio. Pero vamos a sacudir la nostalgia de años pasados, de gentes perdidas, de la fe olvidada y buscar abrazos que abriguen el alma, en las gentes nuevas, en palabras preñadas de buenos deseos. Agarrarse a la vida con la fuerza de la amistad y el cariño de los que nos rodean. Feliz Navidad.
ResponderEliminarUn poema tan encantador como triste. Mi alma quedó apenada por tu buen hacer a la hora transmitir. Enhorabuena.
ResponderEliminar¡Feliz Navidad!
¿Nostalgia, de lo que pudo ser y no fue, o de lo que fue y nunca volverá a serlo? Triste y lánguido poema. ¿Feliz Navidad o todo lo contrario?
ResponderEliminarAnónimo, esta forma tuya de escribir me suena, no sé, creo que nos conocemos. Envalentona mucho el anonimato.
ResponderEliminarLucero del Alba: por mucho que he buscado en este blog no he conseguido encontar por ningún sitio tu verdadera identidad, así que me parece que ambos/as somos igual de anónimos/as. Será que también somos igual de valientes (¡zas, en toda la boca!)
ResponderEliminar¡Por Dios! Qué agresivo-a. Menos mal que no me ha llegado nada. Lo siento, pero no tienes poderes.
ResponderEliminar¡Jopelines! Entonces, ¿lo de mantener la erección durante dos minutos no se considera un poder? ¡Mierda! ¡Con lo ilusionado que yo estaba! (...acabo de descubrir mi verdadero sexo, ¿o no?)
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