A Luis Miguel que navega ya por los grandes
ríos.
Por los
ríos y lagos canadienses
navegas
y nos dejas sin consuelo.
Con sus
dioses cabalgas por su cielo
tan
lejos de los cielos matritenses.
En sus
sagrados bosques, los valientes
esperan
tu llegada con desvelo
y aquí
nos dejas, cubiertos con el velo
de la
pena, llorosos y dolientes.
Nos
dejas, sí. Te has ido tan silente
que has
hecho que tu marcha nos asuele
y
huérfanos de ti, ya siempre ausente,
qué
podemos decir que nos consuele.
Hasta
pronto Luismi.
El Gato de Cheshire
Agosto nos ha entrado como
un Mihura: uno de nuestros más queridos compañeros se ha marchado y nos ha
dejado desconcertados, doloridos y tristes, muy tristes. Luis Miguel López
Alonso-Gascó, que así se llamaba en realidad Michel de Bergerac, se nos ha
muerto a traición, cuando la vida le había dado una preciosa familia y un
montón de amigos. Luismi, era alguien que irradiaba
bondad y buen humor. Una de esas personas que te hacen creer en la humanidad:
solidario, enamorado de la naturaleza y optimista. Se indignaba con las
injusticias y llevaba en sus ojos prendida la juventud eterna. Queremos rendirle un homenaje aquí, en su
blog, y este mes os enseñaremos lo que escribió en las dos Antologías del
Corral de las Palabras, para que vosotros lo disfrutéis, sin el dolor que nos
produce a nosotros su ausencia.
La
Reina de Corazones.
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