lunes, 13 de octubre de 2014

Intento de presentación, por Melquíades Cienfuegos

Me gusta saber que habito en los pensamientos de la persona que echo de menos; adoro que la mujer que quiero me dedique una sonrisa; encuentro más belleza en el brillo de unos ojos sinceros que en la perfección de los rasgos físicos; sueño más estando despierto que dormido; luego de dolorosas experiencias aprendí a medir mis prioridades con la vara de los sentimientos; soy esclavo de la ansiedad; todavía tengo esperanzas de que siga interesada en mí, que me quiera y me desee como hace un tiempo; me ilusiona que aún existan personas capaces de vibrar con un abrazo y de no resistir a un beso; soy incapaz de ganar el juego de la indiferencia cuando alguien me importa y siempre termino buscando el acercamiento; admiro a las personas orgullosas y reservadas porque saben cuidar lo que es suyo y suelo necesitar que me cuiden, sobre todo de mí mismo; no entro en confianza fácilmente con la gente, pero cuando lo hago el vínculo de cariño suele ser para siempre; soy callado, tímido, de gesto mas bien serio y por períodos necesito tomar la mano de alguien para andar sin tropiezos; soy fiel con cualquiera que ponga en mí su confianza; nunca he roto una promesa; analizo antes de decidir, pero cuando estoy seguro de lo que quiero voy tras ello sin pausa, muchas veces con cierto atropello; quiero pasar todo mi tiempo con ella y nada deseo más que ser capaz de descifrarla para que enloquezca por mí; puedo ser cruel cuando estoy herido y he lastimado gente diciendo cosas que no pensaba ni sentía; quiero ganar la lotería pero nunca he comprado un billete; mi automóvil siempre está sucio; tolero mucho más de los demás que de mí mismo; odio comer hígado; me hubiera gustado ser Maradona o Cortázar; puedo alimentarme por semanas solo con almendras; cambiaría cualquier cosa por despertar en medio de la noche y verla a mi lado; requiero demasiada atención de las personas que quiero y a veces eso me lleva a comportarme como un niño malcriado, alejando de mí a quien más deseo acercar; cuando estoy de buen humor puedo ser encantador y, como todos, al menos un día por año soy irresistible.

He ahí algunas de las contradicciones que construyen lo que soy y me alegra haberlas escrito en esta soleada tarde. Hoy, 12 de octubre, he descubierto que esta fecha tiene una energía especial para mí. Quizá sea el día más esperado por mucha gente que quiero. Se festeja el día de Nuestra Señora del Pilar en la capital aragonesa, una ciudad que marcó mi vida. Pero eso ya lo sabía desde hace mucho tiempo. Lo especial de la fecha es que hoy, domingo 12 de octubre, pude volver a tomar sus manos entre las mías, sentir su perfume y rozar su boca con mis labios. No me entusiasmo mucho, pero tal vez sea un buen comienzo.

4 comentarios:

  1. Pues yo si me entusiasmo con facilidad y creo que este comienzo es un buen momento para hacerlo. Bienvenido, estás en tu casa.

    ResponderEliminar
  2. Bienvenido, Melquiades. Es un placer tenerte entre nosotros.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  3. Me agradó mucho tu seudónimo Melquíades, pues me lleva a Macondo, con sus "Cien años de soledad". Y tu presentación me emocionó. Será porque veo coincidencias con mi forma de ser o actuar. Y quiero que sepas que la capital aragonesa también marcó mi vida. Vaya una casualidad o causalidad, no lo sé... Lo que sí sé es que deseo que formes parte de nuestro grupo. Abrazos.

    ResponderEliminar
  4. Muchas gracias por la calurosa bienvenida. Tal como ha dicho Tornado Celeste, el seudónimo lo he tomado del gitano que llegaba a Macondo con esas cosas innovadoras y algo locas. Es bastante pretencioso de mi parte, pero es mi personaje favorito de la novela. Abrazos y cariños para todos.

    ResponderEliminar