Día de Difuntos, lejos de las tierras de Halloween.
Reclamo el honor y el recuerdo de nuestra literatura
profunda, la que se pierde entre huesos laicos y disfraces de bruja aburrida.
Reclamo la presencia de un caballero que salía de las
páginas románticas de Zorrilla cada primero de noviembre.
Reclamo la memoria de un personaje con capa y con espada,
con orgullo y con audacia.
Invoco en esta tarde de Ánimas al mejor de todos, entre las
leyendas.
Don Juan Tenorio, sal de entre las calabazas opresoras y rasga
con tu luz las tinieblas de nuestra cultura.
Sombra Tenorio